Que la naturaleza me encanta ya ha quedado meridianamente claro, pero mi especie no siempre se ha entendido bien con ella.
La comunión entre la naturaleza y el hombre nunca ha sido facil, aunque ha tenido momentos de gloria, de acierto, de ilusión e incluso de hermandad.
Esa hermandad ha estado representada básicamente por la relación entre animales y hombres y mientras que por parte de la naturaleza esa relación está y perdura en la genética de multiples especies y en sus costumbres atávicas, por parte del ser humano siempre es una historia nueva que apenas deja un ligero rastro entre algunos individuos y que debe ser repetida una y otra vez,
Ejemplo de esas historias nuevas que nos repetimos una y otra vez son: la de Tarzán y la de Mowgli, quizá mas conocida la primera, mas reinterpretada en diferentes versiones con esa conexión o paralelismo entre simios y cachorro humano.
Pero a mí, que soy un poco rara, me gusta mas la segunda, la del cachorro humano adoptado por una jauria de lobos, hermanado con unos lobeznos y criado como uno de ellos.
Claro que puedo estar influida por mi cariño incondicional a los perros, si son grandes, más y si tienen un razonable parecido con los lobos, ya me tienen ganada totalmente.
De ahí que la historia de Mowgli me encante, que el paso del libro original de The Jungle Book, también llamado El libro de las tierras vírgenes, publicado en 1894 de Rudyard Kipling Premio Nobel de Literatura en 1907 a la película de Walt Disney no me resulte decepcionante, si no que al contrario, me parezca una ocasión de acercarnos a la naturaleza animal y de intentar entenderla un poco más.
La historia, que fue inicialmente publicada en revistas enre 1893–1894 y que contaba en algunos casos con ilustraciones del padre de Rudyard, se basa en cuentos de animales de la selva india que plantean lecciones morales.
Lecciones que 120 años después seguimos necesitando, los animales no, pero nosotros si.
En esta historia se van sucediendo las relaciones entre el muchacho y los lobos, el muchacho y el oso, con la pantera, los monos, el tigre, la serpiente, los elefantes, los buitres, conuna muchacha de su edad...
Cada uno de los animales representa virtudes y defectos típicamente humanos, la maldad, la amistad, la rigidez moral, la mentira, el cinismo, el pasotismo, la sinceridad, la ambición, la generosidad, el amor, etc., y Mowgli se va relacionando con todos y cada uno de ellos y va aprendiendo a vivir y a sobrevivir con esas relaciones.
Mientras vemos la película, nosotros podemos disfrutar con las imágenes, con la música, con la ironia de algunas situaciones y con la ternura de otras.
Esta película me encanta, hace 30 años que la ví por primera vez y siempre tendré tiempo para "estas tonterias".
Os la recomiendo.