miércoles, 18 de diciembre de 2013

Los quinientos golpes

Hay una película maravillosa, francesa, que se titula los cuatrocientos golpes. yo que soy muy ambiciosa, creo que estoy a punto de superarlos, cien mas- que pa que nos vamos a andar con tonterías-, alguno, como el cabezazo en la señal de trafico, creo que ya lo he contado, pero otros no y ahí va una pequeña selección, que haber, hay muchos mas......

1.-Veintipocos años, y a la carrera para coger el autobús, cuando estoy terminando de cruzar el paso de peatones, me doy cuenta de que el paquete de tabaco que llevaba en el jersey ha cobrado vida propia y ha intentado suicidarse saltando al asfalto, me giro para recuperarlo - el semáforo está a punto de cambiar- resbalo y me estampo en la avenida con mi pantaloncito blanco (¡como no!), y vuelta a casa a cambiarme de ropa y untarme Voltaren en el costalazo. Obviamente tuve que coger un taxi porque ya no llegaba a tiempo...

2.-Salgo de la ofi hacia la parada del Bus, en el último paso pongo el pie entre la acera y la carretera, que si, que no, que me requilibro, que no, que me voy, que me estampo, que me recupero, hagan apuestas ¿de que color es el pantalón que llevo? ¿blanco? y ¿donde voy? ¿a la parada del autobús? Pues entonces está claro! ¡cataplum! ¡al suelo! Y para animar la cosa, es una parada de taxis, con sus grasas, sus aceites y en fin que no estoy para sufrir mas mofa en el autobús con esa pinta y ya que me he caído aquí, me vuelvo a casa en un taxi.

 
3.-El tiempo ha pasado y he alcanzado status suficiente para tener transporte propio e incluso una plaza en el parking de empresa.....camino al cual empieza a llover, menos mal que llevo unas sandalias de Clarks con suela de goma que no son muy glamourosas pero son cómodas y seguras, en la entrada del parking, el portero esta hablando con otro de los usuarios y ocupan el comienzo de la pasarela de goma de bajada, así que no me queda otra que pisar en mitad de la cuesta y.....hasta la planta -1 con el culo ....


4.-Acelerada como siempre, viendo que voy a llegar tarde a una cita, atajo por un subterráneo, con un acceso por una rampa mecánica, veo a un abuelo con su bastón que va andando sobre la rampa para adelantar un poco, la idea me mola y si el abuelo la hace ¿porque no yo?, doy tres pasos en la rampa y de repente, no me preguntéis como ni porqué me estampo en el suelo, y el colmo es cuando el abuelo se vuelve hacia mi y me pregunta ¿te ayudo?...ya no se si reír o llorar, le doy las gracias y sigo el trayecto hasta el fin de la rampa, bien asentada en el suelo, que estoy seguro que si me levanto la lio....


En mi familia no les parece normal que me caiga con tanta frecuencia (a mi lo raro me parece lo contrario) y hasta hace poco mi hermana pensaba que me daban mareos o que me tiraban al suelo mis perras en los paseos, pero un día tuvo la demostración de como eran las cosas en realidad y de la íntima relación que tenemos las leyes del Murphy de los cataplines y yo. Ese día íbamos las dos juntas de compras por el pasillo de un centro comercial, cuando yo me sentí volar y para no aterrizar en el suelo, como siempre, me agarré desesperadamente a su brazo, mi hermana, aguantó el tirón y me preguntó: ¿Pero que te ha pasado? Y yo: No tengo ni idea....Miramos hacía atrás y allí estaba el cachitín (juro que casi hacía falta una lupa para verlo) de hoja de lechuga que yo había pisado...

Para terminar con las caídas (de momento, no os hagais ilusiones), recuerdo una anécdota de hace unos años que creo que pone las cosas en su justo termino y que para mi supuso una lección de como las cosas que consideramos importantes en la vida pueden ir cambiando radicalmente....


Paseando por Bilbao, iba detrás de dos señores mayores (mas de 70 años el joven y mas de 80 el mayor que se apoyaba en un bastón) y les oí esta conversación:

- La otra noche soñé que me caía al suelo y ¿sabes? ¡me levantaba solo! y al decir esto se volvió hacía el mas joven con una sonrisa de oreja a oreja.

Me quedó claro que lo importante no es caerse, sino poder levantarse y si todavía lo puedes hacer solo, mejor.

Esas son algunas de mis caídas de la edad adulta, obviamente faltan todas las de la infancia, y faltan otras como la del esquince de tobillo, de muñeca, la de la fractura de costilla, las caídas esquiando (que algunas han sido un tanto peculiares), las caídas de la bici, y las que he tenido cuando paseaba a mis perritas que serán objeto de otro post...

En fin que del equilibrio mental no ando muy fina y del otro...ya veis....¡estoy yo como para practicar deportes de riesgo!


Y como me gusta terminar con conclusiones:
1.-Lo importante no es no caerse, lo importante es no romperse nada (¿a que esperabais que dijera levantarse?) jajaja
2.-Me van a dar un descuento vitalício del "Voltaren"
3.-Las suelas de goma yo no debo ponerlas en los zapatos, si no en el culo....
4.-A petición de Fani (con razón) no ponerme pantalón blanco, jajajaja

6 comentarios:

  1. Yo siempre me caí mucho y en mi última caída rompí el tobillo, ahora ando con pies de plomo y nunca mejor dicho, por supuesto de esa caída me tuvieron que levantar, ains que torpe soy! Un beso Inma.
    http://www.solaanteelespejo.blogspot.com.es/

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    1. Torpes no María, es que somos mujeres de miras más elevadas!!!! jajaja Me doy cuenta que yo también he cogido miedo y ahora me caigo menos, pero no creas que el título es exagerado, que me caía una vez al mes mas o menos y tengo 58 años, así que calcula, que a lo mejor me he quedado corta con lo de los quinientos golpes y he tenido mucha suerte hasta ahora que las lesiones han sido menores (menos lo de la costilla que me duró 4 meses).
      Me encanta que saques en tu blog prendas que yo también tengo, me hace sentirme como si yo también posara en las fotos (de ilusión también se vive).
      Besos preciosa.

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  2. Las conclusiones muy buenas jajaja, añade no llevar pantalón blanco porque ye gafe
    Por cierto que yo no me caigo pero me doy golpes, contra todo, mesas, puertas, sillas....cuando voy a depilarme me miran horrorizadas jajaja deben pensar que Flynn me maltrata....entre perros y mesas toy llena de moraos y lo que favorecen chica

    Besinos!! qué guay que te animes y publiques

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    1. Acabo de actualizar las conclusiones con lo del pantalón que al leer tu comentario he recordado que cuando me hice el esguince de muñeca también llevaba pantalón blanco que mutó a rosa porque me caí en un bidegorri (camino peatonal de esos que pintan de rojo).
      Yo lo de los moraos de las mesas desde que no curro no tengo, que en casa son redondas y no por casualidad, jajaja.
      Besos corazón.

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  3. Pues yo no...pero pronto empezare jaja. Caerme no, pero coscorrones a tutiple, soy la reina de los coscorrones. Espero llevarlo tambien como tu cuando empieze a tambalear y besar el suelo. Un besito campeona

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    1. Omaira, que esto no es por la edad, por la edad solo son las consecuencias, lo de romperse la cadera y eso, lo de caerse con frecuencia y besar el suelo yo lo practico con una constancia digna de mejor causa desde muy, muy jovencita, desde siempre diria yo, es mas. ahora que soy mayor me caigo menos porque me dan mas miedo las consecuencias y tengo mas cuidado.
      Besos guapa.

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